lunes, 28 de julio de 2014

Día 6: Gastronomía






El día amanece soleado (por fin), durante la mañana tomamos unos cereales (a la luz del sol) y unas palabras muy sencillas de sueco (quiero decir sencillas porque en comparación con lo visto hasta ahora es jodido). Aprendo unos pocos numeros y un par de frases que posiblemente utilice algún día si aprendo sueco claro (jeje).

Cuando acabamos de desayunar y pasamos la mañana mirando las musarañas nos da la hora de comer, (la cosa se pone interesante). El día anterior (ni el otro) bajamos a comprar comida, con lo que estamos bajo mínimos, por suerte en la nevera se ocultaba un poco de cerdo de un sabor realmente dudoso (a estas alturas puedo decir que no estaba malo). Cuando Anna y yo empezamos a cocinar ( más bien vamos por la mitad del proceso de cocinar) da señales de vida Brooke, (creo que esa tarde no comió nada). Momentos antes de servir la comida sobre las cuatro de la tarde aparece Noa. 

Sobre este chico tengo muchas teorías, nadie lo define como Stalker, pero es el segundo día que ronda por la casa con la excusa de la música. Alrededor de este, creo que Brooke tiene una obsesión; no para de repasar su árbol genealógico y no se cansa de repetir que su padre es italiano, su madre es Americana y todos sus hermanos menos él son genios. Por fortuna, según la opinión de Brooke, le queda la música (si estuviera en su lugar querría prescindir de la música por ser un genio).

Mientras comemos, hablan sobre su próximo y esperado álbum (en la MTV ya se frotan las manos). Cuando acabamos de comer y comienzo a hacer el café aparece Mattia y unos amigos de Noa (los había citado en casa Brooke). Acabamos siendo como 8 personas al rededor de la mesa escuchando las maravillosas canciones de Noa (intento no sonar ironico pero a veces es muy difícil). En un momento de despiste me escapo y me relajo un poco lejos de la música y los desajustes tonales (si, ya lo dice a veces desafina). Creo que fue entra la llega de los amigos y mi escapada cuando Brooke se comió medio pepino a bocados (esa fue su comida).

Entre los visitantes nuevos, hay dos en concreto que me gustaría destacar, uno porque se llama Dani, y en una ocasión visitó Barcelona (que además le gustó) además estuvo en San Sebastian, y me pregunto el porque del toro de Osborne cerca del desierto de los Monegros (lo vio cuando iba dirección Barcelona) mi respuesta fue algo así como, chato esto es peña la tierra donde todas las tonterías son posibles. El otro porque es un puto reflejo de Camarón, pero sin la parte de la guitarra (también visito Barcelona).

Cuando todos se van, se queda Noa (no es un stalker, pero tiene mucha paciencia, ejem ejem). Este se ofrece a llevarnos a casa de Nicola (a pesar del nombre es un hombre y muy grande). La casa de este hombre esta a cinco minutos en coche. 

Una vez en la casa de este hombre, tomamos sitio, y la comida comienza a llover a mares. En ese momento es cuando me di cuenta, la gastronomía italiana definitivamente se compone de dos piezas clave pasta y en este caso Pizza y mucho, mucho, mucho vino. La pizza es realmente buena, y Nicola (el hombre grande) hace una de las mejores pizzas de toda la Toscana, o al menos de Barga (tuve ocasión de confirmarlo). Cuando acabamos de cenar (aprendí a decir en sueco e italiano esto lleno, pero solo recuerdo el sueco: "jag ä mätt" mis clases funcionan :D, realmente el italiano no meinteresa). Justo nos antes de irnos Noa se me acerca cuando Anna no está y me dice casi susurrando: Son diez euros por cabeza. Esta parte es la que me hizo cambiar de idea con el título del día, lo iba a llamar "hospitalidad italiana" (que en realidad van sobradísimos de hospitalidad, de verdad), hasta que me hicieron pagar ( lo se es normal, pero oye a parte de que soy un rata y catalán esto se avisa antes porque cogí 10€ de milagro).

Querría destacara que durante la cena (todo genial) y aunque me cobraran y no fuera un restaurante, la gente fue muy maja, sobretodo el clon de Camarón, y una chica llamada Sofía.

Cuando salimos de Nicola's house, (que por cierto nos invitaron el jueves al mojito's party, algo que espero que mejoren porque el último que me tomé fue horrible) dejamos la pizza party y nos dirigimos a casa de Noa (que conduce y nos lleva en su coche, dato importante porque después nos deja colgados y nos encaloma con Mattia). 

Una vez en casa de Noa tomamos una Guiness entre tres (Noa no bebe nunca, él lo dice pero en esa ocasión ¡lo hizo! lógica italiana, supongo porque era la última). Cuando llega mi tocayo Dani (muy majo él) nos invita a un café, (no se porque extraña razón los residentes en Barga tienen mini cafeteras monodosis). Cuando le doy el primer sorbo al agua negra que desprendía pequeñas cantidades de humo, toco el cielo. Por fin (y de una vez por todas), pruebo un puto café bueno, últimamente solo tomaba mierda negra y comenzaba a perder la fe en el café italiano.

Al terminar el café Noa, Anna y yo dejamos a Dani en la casa (me alegro de marcharnos porque Noa, que apenas le gusta ser el centro de atención, comenzó a narrar y recrearse con sus fotos de perfil en facebook hasta los 15 año) y nos dirigimos a un concierto. La verdad, no me gustaba como cantaba la chica, pero si la chica. La banda que tocaba con ella tampoco era muy buena la verdad (un guitarra, un pianista y un batería), a pesar de ello la gente gritaba: otra!, otra! y otra.....! Lo que más me llamó la atención del concierto, es que estaba Lorenzo, y ni se acercó a Anna, interesante, (sobretodo porque al día siguiente aparecería por la casa).

Justo después de la última canción abandonamos la plaza, caminamos por las antiguas calles echas de rocas y piedras, el olor a pueblo alimenta nuestra visión de una antigua Italia que saca el poeta que cada uno de nosotros lleva dentro. Una vez en la heladería, se piden dos helados, concretamente el de Noa es inmenso y se le romperá el cucurucho a mitad de camino, Anna ni si quiera se lo acaba, pero es que un minibol de helado de pistacho, no es una buena elección. Yo tenia 2,10€ lo invertí todo en casa de Nicola y quería destinar mi ultimo euro  a una cerveza para acompañar la noche. 

Cuando llegamos a la plaza/parque de siempre, compro mi cerveza de dos euros, Anna su vino, y por una extraña razón el camarero (que supongo que iba bebido) me pone dos birras, obviamente, me la quita aun más rápido que me la dio al decirle que no la quiero (sobretodo porque no puedo pagarla).

Sentados tranquilamente en los banco-mesas del parque donde está montado el tenderete, compartimos nuestro tiempo y espacio con los amiguitos de Noa (digo amiguitos porque creo que no llegan a los 18). Cuando Noa decide marcharse porque al día siguiente trabaja, Mattia nos recoge. Juntos (los tres), disfrutamos de la visión de juegos realmente peligrosos. Un grupo de amigos mete a un joven en una hamaca, lo enrolla y lo da vueltas violentamente, lo peligroso es que puede salir volando, y justo al lado tiene un pequeño muro donde podría estrellarse. Cuando dejan el juego de la hamaca, montan unas cuerdas con un arnés, esta vez levantan a uno de los chavales a pulso, pero sigue siendo peligroso porque lo balancean y el árbol donde atan las cuerdas roza la cabeza del chaval en cada vuelta.

Cuando tocan las 2, Mattia nos lleva a casa, no tenemos palabras de agradecimiento para él que tiene el título de stalker y no merecidamente. En la casa Anna y yo tomamos unas cervezas (marca beck's estan realmente malas). Disfrutamos deel final de una noche (cual película o cuadro de Van Gogh) a la luz de las estrellas, sin duda una visión realmente increíble. Intenté sacar algunas fotos pero fue complicado. Como anécdota diré que cuando atentábamos apagar todas las luces (para poder sacar una buena foto) Anna toco el timbre (XD), por suerte Brooke duerme duerme y vuelve a dormir. El frio  después de una hora nos obliga a rezagarnos en la casa. y compartimos los últimos momentos del día antes de ir a dormir. El día a sido largo y mañana tenemos visita.



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