El día comienza con
tensión, en la cocina se podía palpar el mal ambiente, hasta el desayuno (un
bocata de jamón de la noche anterior) sabía a incomodidad. Michael y Randy
trabajaban e intercambiaban opiniones, hablando (en este caso conmigo) lo justo
y necesario.
En cuanto acabé mi
incomodo desayuno salí al "pequeño" jardín y disfruté del sol y la armonía
que no se me dieron en una cocina donde la hostilidad era el plato del día.
Cuando volví a entrar en la cocina una hoja de tareas estaba colgada en el
armario, fue la última acción de los americanos antes de salir a pasear por el
pueblo. Consigo se llevaron a los dos chicos de Taiwán ( que desagraciadamente
para ellos estaban sin maletas demostrando la eficiencia italiana en el
aeropuerto).
La mañana se
pronosticaba tranquila ahora que se habían ido y así fue. Yo pude irme a un rincón
apartado de la casa (por así decirlo el segundo jardín), ahí las vistas son
igual de increíbles y lo bueno es que, como no está escondido tras un árbol,
nadie te molesta y nadie va, lo malo, es que Tim el profesor canadiense se metió
entre unos arbustos (yo podía verlo, el a mi no) y mientras meaba me deleitaba
con una orquesta sinfónica de gases.
Cuando Brooke dio
señales de vida, no se si por la resaca del día anterior (la verdad es que no
se si bebió pero muy probablemente lo hizo), no paraba de contar chistes malos
y sin sentido, después de eso y con una rápida despedida desapareció hasta la
tarde.
Sobre las 13:30 volvió
a dar señales de vida, tenía un gran reto que afrontar y no lo podía soportar,
hablar con los americanos (algo que al parecer le suponía el fin del mundo).
Cuando llegaron se tomo su primera copa de vino, (realmente le daba miedo
plantar cara al problema). Daban las tres y ahí nadie comía, así que decidí
prepararme unos pequeños filetitos, ofrecí mis servicios a todo aquel que
quisiera comer (pero insisto, nadie comía).
Brooke reapareció
con la insistente idea de volver al rio, según ella era la mejor manera para
limpiar su karma (o algo así par afrontar y no huir del problema). Obviamente
(yo) no tenía ganas de ir, (no hacía ni dos días de la última visita). Brooke
deseaba con todas su fuerzas que Anna la acompañara, pero después de mucha
insistencia (sabiendo que estaba con Lorenzo) y ver que no había salido en toda
la mañana de la habitación desistió conformándose con mi presencia y la de los
chicos made in Taiwán. Fue tal su pesadez para que Anna la acompañara que antes
de marcharnos llego a entrar en más de una ocasión en la habitación, quería llevársela
(tanto si como no) al rio para hablar con ella y desahogarse, el simple hecho
de mantener una conversación con los americanos la tenia atemorizada.
Una vez en el rio
(si, fui aunque casi por la fuerza) Brooke comenzó a rajar sobre la situación
en la casa y todo lo que pasaba por su cabeza (demasiadas cosas
incomprensibles). Después de dos horas y cuando el sol comenzaba a desaparecer,
pasamos a realizar las últimas compras (volviendo del rio y antes de llegar a
la casa). La cesta se componía de un brebaje que nos daría (en el peor de los
sentidos) la noche, vino (una botella de 2 o más litros).
Una vez en la casa,
nos enteramos que Anna nos había ido a buscar con Lorenzo, viendo que no estábamos
se quedaron allí (disfrutando de su mutua compañía e intimidad). Brooke, sola
ante el peligro se sentó a hablar con Michael y Randy, la cosa comenzó tensa
con risas después de cada frase acompañadas de silencios incomodos con caras hostiles
y frases afiladas como cuchillos. Decidí pasar a un segundo plano tomando una
ducha y haciendo otras cosas lejos de la conversación (aunque desde mi
habitación escuchaba prácticamente todo).
Al caer la noche
Anna, Brooke, los chicos de Taiwán (no digo sus nombres porque el asunto es
jodido), y bueno, todos menos yo comenzaron a hacer la cena. Aprovechando esos
minutos de compañerismo en la cocina, decidí hacer (algo que se me da muy bien,
escaquearme), pero para hacer unas llamadas de importantes negocios.
En media
conversación mientras estaba dando vueltas por mi habitación, alguien llamó a
la puerta, cuando abrí era Brooke. Se tiró en mi cama, donde tenía un par de
bolsas y libros, parecía abofeteada por el vino (lo digo por su cara roja y
dificultad en el habla). No podía dar crédito a lo que veía, su respuesta fue
que estaba cansada y estresada, éramos demasiados (8 personas que ella había
invitado). Ante esta situación decidí salir de allí dejándola sola (no se
porque coño escogió mi habitación), para seguir hablando por teléfono con mayor
comodidad.
Durante esta segunda
fase de mi conversación por teléfono, puedo observar movimiento en la casa,
Michael y Timm dan vueltas sin rumbo, efectivamente buscaban a Brooke. Me chivo
y le digo a Timm que lo que buscan está en mi habitación y muy amablemente le
pido que se la lleve (para siempre). Cuando a los poco segundos salen, Brooke
tiene dificultades para andar (solo un tonto vería que no tiene un problema).
Al terminar mi
conversación telefónica, bajo dirección al comedor, la mesa esta decorada con
velas y 8 platos con sus respectivos vasos y cubiertos. La cocina (cual
restaurante con pinches y cocineros) amontona una gran cantidad de gente, pero
la cena está casi lista. Mientras, Brooke se refugia al final de la cantina con
Timm (donde los asientos en U), la puedo oír hablar, y creo que llorar.
Al comenzar a cenar,
(nadie quiere sentarse al lado de Randy y me toca pringar), todo se desarrolla
con normalidad, excepto Brooke que sigue bebiendo. En media cena recibimos una
llamada, Michael coge el teléfono, ya que Brooke apenas puede articular palabra
(obviamente no entiende nada), finalmente Brooke se pone al aparato,
intercambia tres o cuatro espesas palabras y vuelve a la mesa.
Todo esta en orden,
la música fluye y lo único que no me gusta (o me molesta) son las estúpidas
bromas sin gracia de Brooke, que en ocasiones se tambalea y cae encima de
Michael (depositando incluso la cabeza sobre sus piernas, muy molesto
todo) o también esos sonidos que emite con la garganta para acompañar la
canción (no se si me explico) es como un mmmm mmm mmm.
Con los cafés ( que
yo preparo, por hacer algo, más que nada), llega alguien, lo se porque los
perros salen corriendo a ladrar. Es Frede, lo trae su tía (creo) y su abuela,
Timm intenta esconder a Brooke alegando cansancio, pero la torpeza de esta
evita completar una importante misión con éxito.
En cuanto la abuela
del chico ve a la madre le pregunta si esta bien.... a lo que ella contesta con
un difuso no. Yo que doy vueltas por la cocina finiquitando el café veo como la
abuela reniega mientras juzga los movimientos torpes de la madre de su
nieto.
Con tanto movimiento
y una escena un poco violenta y rara a la vez, Anna, los americanos y yo,
salimos a tomar el café bajo la luz de las estrellas, los chicos de Taiwán
están en la cama. Por desgracia, el café no fue tan agradable como esperábamos
debido a un drama familiar que enfrento a la familia italiana con Brooke y el
cuidado de su hijo (el que finalmente no durmió allí).
La noche pintaba mal
y lo que iba a ser una velada tranquila se convirtió en una de las peores
noches en la Toscana, por suerte para Brooke estaba Timm. Con el paso de la
noche, y opiniones sobre que hacer (si desaparecer o quedarse), Randy se fue a
dormir, más tarde Michael, que volvió para ver unos (irónicos) fuegos
artificiales que se apreciaban con gran belleza en el horizonte. Más tarde (ya
sin Michael) y como si no hubiera pasado nada, Brooke (entre risas y
movimientos torpes) se incorporó a la mesa junto a un (muy serio Timm).
Después de unos
minutos y demasiados comportamientos incomprensibles para mi en los últimos
minutos, decidí irme a dormir, mañana sería otro día.
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