Sonaba el despertador, eran las 8, lo
apago. Vuelve a sonar, las 8:30, vale me levanto. Me dirijo a la cocina para
preparar mi típico desayuno de la semana, leche con cereales y unas tostadas
con mermelada. Mientras acabo de desayunar Timm aparece sobre las 9:00 y da los
buenos días.
A las 9:15 comenzaba lo que se auguraba
como una mañana de mierda. Mi primer trabajo consistía en continuar lo del día
anterior, recoger habas, cortar de raíz la planta y después pelarla, hasta aquí
ningún problema, él no daba señales de vida, estaba en l ordenador.
Cuando terminé mi primera faena, serían
las 11, entonces fui a rescatarlo de su droga facebookera, y me enseñó lo que
sería parte de mi particular infierno. Fuimos al final del jardín, es allí
donde guarda toda la mierda, es decir la hierba y vegetales en descomposición.
Detrás de esto había tierra, barro, ramas y cartón, bien pues me dijo que debía
sacar el cartón de debajo de las ramas y toda la mierda para hacer una pila
justo al lado (no me dio explciaciones) y los demás residuos desplazarlos unos
metros para atrás.
Comencé el trabajo y obviamente el
desapareció. Hasta la fecha era el peor trabajo que había tenido que hacer en
todo el verano (y en los últimos años creo). Era lento, olía mal y seguramente
estaría bien pagado en muchos lugares del mundo. A media mañana tenía medio
camino hecho cuando llegó para limitarse a dar instrucciones, con el fin de no
propinarle un palazo o mandarlo a la mierda decidí ir a tomarme un respiro y un
vaso de agua mi humor no estaba precisamente para tirar cohetes. Al volver
después de 5 minutos, tuvo el morro de decirme que debía seguir haciéndolo a su
manera, porque era mejor y más rápida. Obviamente no había tenido tiempo de
hacer nada en mi break, todo el trabajo era mío, sin embargo no dudó en
atribuirse méritos, para colmo me dijo que el trabajo duro esta solo en la
mente de cada uno, bien. Estuve trabajando hasta las dos, cuando decidió
llamarme para comer.
Esta vez teníamos unas habas, que yo
había recogido, patatas y un poco de ensalada. La comida no es ninguna
maravilla encima hay poca, el tío no se estira mucho. Vamos que si yo cobro con
la comida y la habitación que el me deja, podríamos decir que no cobro una
mierda.
Después de comer y saborear hasta el
último bocado (estaba muerto de hambre) me dijo que el se tenía que ir a un
meeting el lunes, en Dublín. Ni si quiera le pregunte de que era el meeting, mi
enfado era tan grande que me daba igual, pero si le pregunte si le podía
acompañar quiero visitar Dublín. Me comenzó a poner pegas, es que voy en tren y
sale a las 5 de la mañana, voy a estar todo el día. Mi respuesta fue: ok. Me
quedaré en casa ya me escaparé otro día. Lo que no se es como lo haré para
comer, esconde la comida en otra nevera a la cual no tengo acceso porque no se
donde está. La nevera de la que puedo disfrutar solo tiene leche, mantequilla y
poco más.
La tarde después de comer la pasé en
solitario, más que nada porque se encerró en la habitación y no lo vi hasta la
noche, está enganchado a Facebook. O eso o no le debo caer muy bien o quizás
hago algo muy mal, porque en los comentario que leí antes de venir aquí decían
que el trabajo era bueno, fácil, la comida aun mejor y que él era un tío
abierto simpático y muy hablador, todo lo contrario vaya. Como iba diciendo en
mi soledad decidí explorar, la casa tiene un comedor, una cocina, garaje, y 6
habitaciones. Una habitación es la mía, otra la del ordenador, la suya, dos más
que están cerradas con llave, y la última que está al fondo del pasillo y es
una pedazo habitación de matrimonio (obviamente esta libre). La mía es la peor
con una cama de mierda.
Después de cotillear y ducharme con el
fin de abrirme a él decidí trabajar con mi ordenador en la mesa de la cocina.
Para él solo fue un lugar de paso, me veía, me miraba y pasaba de largo. Creo
que lo más interesante antes de cenar fue un tío que no había visto en mi vida
cortando el césped.
Cuando llegó el momento de cenar comenzó
a preparar toda la comida, bueno la ensalada (otra vez, ahora hecho de menos la
pasta). Durante el proceso no dijo nada, creo que ni me miró, yo tomé la
iniciativa y puse la mesa en el jardín. Cuando él salía con los platos no dijo
nada, por un momento pensé que cenaría solo, aun así aguante para ver que hacía,
efectivamente, volvió y me avisó. Antes
de empezar la cena (recordar mi salario) sonó su teléfono, amablemente esperé a
que finalizara su conversación para cenar.
La ensalada tenía queso, olivas, lechuga,
nueces, tomates cherry, pepino, y patatas (creo que no me dejo nada). Tenia más
variedad la ensalada (que no era mucha) que nuestra conversación de ascensor,
hablamos del tiempo, y porque saqué yo la conversación.
Al terminar la cena y después de limpiar
los platos desapareció nuevamente. Yo me quedé un rato en la cocina por si
quería conocerme o hablar, pero eso no
sucedió.
Al marcharme a mi habitación frustrado en el intento, salió y se puso a ver la tele, definitivamente me está esquivando estoy convencido de ello.
Al marcharme a mi habitación frustrado en el intento, salió y se puso a ver la tele, definitivamente me está esquivando estoy convencido de ello.
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